'Sandra es un poco tsunami'

9:28:00

Entrevista a María Pujalte en la revista Tiempo 

Representa Losers en el teatro y espera que se estrene su última película, La noche en que mi madre mató a mi padre. “Una comedia fantástica”, según dice. Ahora es Susana, un personaje arrollador

La veo muy revoltosa en Losers. ¿Es usted una perdedora, como dice el título de la obra?

No. Las etiquetas no me han gustado nunca y yo no me la voy a poner, desde luego. Y de revoltosa, el personaje, porque yo no lo soy, aunque si me buscan las cosquillas… Pero Sandra, el personaje, sí es un poco tsunami.

Aparece pendiente del móvil y del WhatsApp. Lo contrario a lo que parece exigirle su religión.

No es una cuestión religiosa, sino de mucha pereza. Llego muy tarde siempre a todo eso, pero desde que teníamos vinilo. Ya el CD me costó comprarlo. Voy como al retortero.

¿No podía separarse del gramófono?

Pues al gramófono no llegué. Pero mis vinilos... Y ya, cuando lo ha hecho todo el mundo y se está empezando a inventar otra cosa, ahí llego yo. Y como esto va cada vez más rápido...

¿Relaja insultarse con la familia, como hace en el escenario? Creía que tales peleas llegaban a su cénit en las cenas de Nochebuena.

Sí, son los momentos de máximo esplendor. Pero parece que sí relaja. Yo veo en este país muchas familias como la de Sandra, mi personaje en la función, insultadora, que para decirte te quiero te llaman cabrón e hijoputa. Sí que las hay. Y parece ser que hay gente a la que le relaja. Sandra es una loca maravillosa, un personaje que requiere de mucha energía, y que no filtra nada.




¿Usted filtra, es más modosita?

Sí filtro. No soy modosita, pero prefiero callarme. Me gusta escuchar. No me gusta entrar en la pelea, pero tampoco que me ataquen.

Fue de las del “Nunca mais” del Prestige y el “No a la guerra” de Irak. ¿Ahora hay motivos para protestas similares?

Me falta información, entender de verdad cómo atajar esto. Estoy flipada con todo lo que está pasando. Es muy complicado. Y, sin entrar en opinión, diría que de aquellos polvos vienen estos lodos, porque Irak se ha quedado como se ha quedado.

¿Como gallega, tiene más de empanada o de percebe?


De percebe, de percebe. Me gusta más que la empanada. Yo con el percebe no tengo fin. Me puedo comer un kilo.

Ha contado que su primer beso le supo a tortilla de patata. ¿Con o sin cebolla?

Ostras, no me acuerdo. Es que me gusta de las dos maneras. La que más me gusta es la que me hace mi novio. A él le gusta poner cebollita.

Su primer papel teatral fue de angelito en el belén. ¿Hubiera preferido ser la Virgen, San José o el Niño?
¿De no ser el angelito?La vaca, que está detrás dando calor.


Dice que en otra vida estuvo en Brasil. ¿Qué hacía?

Desde niña, con 4 años, pensaba en Brasil. Lo de que estuve en otra vida allí lo pienso ahora que soy más mayor. Tengo un vínculo que no me explico. A lo mejor en otra vida fui brasileña.

Puestos a imaginar, no habrá sido la Garota de Ipanema.

Sería fantástico haber inspirado a Jobim y a Vinicius, madre mía. Yo ese país lo tengo mitificado. Me encanta.

Una tía bisabuela suya, Rita Dolores Pujalte, superiora de las hermanas del Sagrado Corazón de Jesús, fue beatificada por Juan Pablo II. ¿Es cosa de familia?

Ah no, no. Yo no he optado por ese camino. ¿De monja yo? ¿Beatifican también a las personas no religiosas?

Sí. Pero tiene que portarse muy, muy bien.

Pues entonces no creo, porque yo soy muy normal. A veces me porto bien y a veces mal.

¿Es muy de botafumeiro, de regalar o que le regalen las orejas?

Yo no soy de hacer la pelota, pero me gusta decirle a la gente cosas bonitas cuando las siento, y que me las digan, si son sinceras.

Revista Tiempo

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